Este jueves 24 de junio, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en Muna, Yucatán, se celebró una Eucaristía con motivo de los 25 años de ministerio sacerdotal del P. Tiburcio Manuel Lara Farfán, MG, presidida por él mismo y concelebrada por los padres Eugenio Zacarías Romo Romo, MG, Superior General; el P. Juan Francisco Torres Ibarra, MG, Consejero General, y Raúl Nava Trujillo, MG, Consejero General, entre otros sacerdotes participantes.
En su homilía, el P. Tiburcio dio gracias a Dios por el don de la vida y, sobre todo, por el don del sacerdocio, que piensa ha recibido como un regalo inmerecido y a través del cual ha vivido el perdón divino, pues, aseguró, que el Señor perdona e invita al arrepentimiento constantemente.
El padre Lara Farfán reflexionó sobre la Natividad de de San Juan y afirmó que Dios elige e ilumina con su Palabra a las personas, muy a pesar de sus circunstancias, para disponerlas al servicio de los demás y en el camino va poniendo su gracia para permitirles continuar con su vocación.
Por su parte, el P. Eugenio Romo, MG, retomó las palabras del salmo responsorial del día, para comentar que por muy inmerecido que sea el don recibido, la gracia de Dios nos forma maravillosamente.
Por último, felicitó al homenajeado por su honestidad y humildad al reconocerse pecador, porque eso lo hace humano. Agradeció al padre del P. Tiburcio por formarlo, junto con Dios, de esa manera tan maravillosa y, finalmente, entregó un reconocimiento al festejado por sus 25 años de sacerdocio.
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