La Dimensión Episcopal de Pastoral de la Salud, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), reprobó la despenalización del uso lúdico y recreativo de la marihuana en todo el país, que avaló la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el pasado 28 de junio, por considerar que provocará más pobreza, dolor e impunidad.
Con el mensaje “Estén preparados” , la CEM manifestó su preocupación por la decisión de la SCJN, la cual, aseguró, no abona al bien común, sino que agrega un problema más a los que ya generan otras drogas legales como el tabaco y el alcohol. Así mismo, enumeró algunos riesgos que esta determinación traerá a la sociedad mexicana:
“Ahora que las puertas para el uso lúdico de la cannabis se han abierto, vemos con gran pena y preocupación, que las posibles complicaciones del abuso indiscriminado sin consecuencia de esta substancia traerá: depresión, aumento de la ansiedad, aumento en la tasa de suicidios, pérdida de la memoria, desintegración social y lo más grave, la destrucción de la familia”.
Ante esta situación, el Episcopado mexicano llamó a los padres de familia, a los agentes de pastoral y a los jóvenes a participar de manera conjunta en la educación, promoviendo activamente los valores morales y las virtudes cristianas. También, pidió no condenar o estigmatizar a quienes han caído en la drogadicción.
Lo que aprobó el máximo Tribunal del país, fue la declaratoria de inconstitucionalidad sobre la prohibición del uso lúdico de la cannabis y el psicotrópico THC, anulando cinco artículos de la Ley General de Salud que impiden el consumo recreativo de la marihuana.
Sin embargo, esto no significa que su comercialización sea legal, ni que los consumidores queden exentos de limitaciones, ya que hasta el momento no hay una regulación al respecto. Los ministros aclararon que la SCJN no puede definir una política de drogas, porque esa es una facultad que sólo compete al Legislativo y el Ejecutivo.
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