4. Proseguir con la etapa de sus estudios teológicos (4 años) en la que se profundiza en la Palabra de Dios y su fe. Durante este tiempo, el seminarista transita por varios pasos que lo preparan a su futura vida como ministro de la Iglesia y también emite la Promesa de incorporación al Instituto en tres ocasiones.
5. Al finalizar los estudios teológicos, el futuro sacerdote misionero hace el juramento de incardinación perpetua al Instituto y recibe el Orden del Diaconado que ejerce durante al menos un año.
6. Finalmente, recibe el Orden de Presbiterado como Sacerdote Misionero de Guadalupe.