¿Qué es la cuaresma?

La Cuaresma es el periodo litúrgico en que nos preparamos para vivir la Pascua de Resurrección. 

 

La palabra Cuaresma viene del latín quadragesima que alude a la duración de este periodo, que es de 40 días, comienza a partir del Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo. 

 

Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se estableció que este tiempo litúrgico termina el Jueves Santo después del oficio de Nona (hora intermedia) que suele corresponder a las 3 de la tarde, con lo que la celebración de la Cena del Señor no forma parte de la Cuaresma.

Razones de la Cuaresma

Esta cifra tiene un importante simbolismo de acuerdo con la Biblia, ya que este número aparece frecuentemente, como en estos casos:

 

  • Los 40 días del diluvio (Gn 7, 1-22).
  • Los 40 años de la marcha del pueblo judío por el desierto (Nm 14,31-35).
  • Los 40 días de Moisés y de Elías en la montaña (Ex 24, 12-18; 1 R 19,1-9).
  • Los 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública (Mt 4,1-2; Mc 1,12-13; Lc 4,1-2).

 

Cabe destacar que lo más importante de este periodo de Cuaresma es imitar a Jesús, quien pasó 40 días en el desierto, en oración y ayuno antes de comenzar la tarea que Dios le encomendó. 

La Cuaresma o los 40 días de preparación para la Pascua, comienza el Miércoles de Ceniza.

 

Este signo de la imposición de ceniza se remonta al pueblo judío, pues acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio (1 Mac 3, 45-50), así también, los ninivitas usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios (Jon 3, 1-10).

 

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”, un saco de tela áspera para recordar la pequeñez del hombre, que procede del polvo y al polvo volverá, y también simbolizaba un sacrificio, una señal de que se reconocía pecador y que deseaba, por medio de esa penitencia externa, manifestar su deseo de arrepentimiento y perdón, así expresaba su voluntad de convertirse.

 

Cuando la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos, la Iglesia adoptó el símbolo de poner la ceniza en la frente al inicio de este tiempo litúrgico. 

Quienes nos ponemos la cruz de ceniza en la frente debemos hacerlo por expresar arrepentimiento de corazón por nuestros pecados y por un profundo deseo de conversión, de lo contrario, no pasa nada si no se realiza, es un signo libre con el que nos reconocemos pecadores.

Al momento de la imposición de la ceniza, el sacerdote o persona menciona alguna de estas frases: “En polvo eres y en polvo te convertirás,” o bien, “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

 

Éstas son el recordatorio de que nuestra vida en la tierra es pasajera y que la vida definitiva se encuentra en el Cielo, todo lo material que tengamos aquí se acaba, al final, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestro prójimo. Por eso la Cuaresma es un tiempo de preparación intensa que nos invita a la verdadera conversión.

¿Cómo nos preparamos durante la Cuaresma?

La conversión

Significa cambiar, para ello, podemos comenzar con un examen de conciencia y acercarnos al Sacramento de la Reconciliación, es buen momento para modificar desde dentro (en actitudes) todo aquello que no agrada a Dios, como el odio, el rencor o la envidia.

La oración

Acercarse a Dios y pedirle su misericordia siempre es clave para el proceso de conversión, aprovechemos este tiempo para acercarnos y platicar con Él.

El ayuno y la abstinencia

La Iglesia señala que a partir de los 14 años debemos abstenernos de comer carne los viernes de Cuaresma, y las personas entre 18 y 59 años deben ayunar (realizar solo una comida diaria) y no comer carne el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

La penitencia

Del latín sacrumfacere, sacrificio, que significa “hacer sagrado” y del latín poenitere, tener pena, arrepentirse. Entonces, es ofrecerle una acción a Dios por amor, es tratar de enmendar aquello que hicimos mal, siempre hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida cotidiana y que podemos practicar en la Cuaresma.

Tips para vivir la Cuaresma

Más allá del ayuno y la abstinencia, recordemos que la Cuaresma puede vivirse a través del Sacramento de la Reconciliación (confesión), la oración y las actitudes positivas.

Una excelente actividad familiar durante la Cuaresma es llevar a cabo la abstinencia preparando recetas de comidas sin carne.

Además de no comer carne los viernes, también estamos invitados a ofrecer sacrificios diarios. Al renunciar a pequeñas cosas como el café o los dulces, hacemos espacio para que Dios actúe en nuestras vidas de nuevas maneras y podemos dar a los más necesitados el dinero que ahorramos.

Puedes realizar oraciones en familia, descarga aquí las guías para cada domingo de Cuaresma:

Cada viernes de Cuaresma puedes rezar el vía crucis en familia:

También puedes realizar actividades diarias como las que te proponemos en nuestro Calendario de Cuaresma: