Misioneros de Guadalupe tiene 3 nuevos sacerdotes y 1 diácono

El pasado 28 de septiembre de 2024, Marcos Iván Aguirre Segura, Alfredo Hidalgo Gutiérrez y Luis Abigael Gómez Morales recibieron el Orden Sacerdotal misionero y Juan Manuel Hernández Rivera, el del diaconado, en la capilla del Seminario Mayor, de manos de Mons. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG.

Septiembre 30, 2024

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En el marco de las celebraciones por el 75 aniversario de fundación de Misioneros de Guadalupe (MG), el pasado sábado 28 de septiembre de 2024, en punto del medio día, se llevaron a cabo las ordenaciones presbiterales y diaconal de los ahora sacerdotes y diácono misioneros Marcos Iván Aguirre Segura, Alfredo Hidalgo Gutiérrez, Luis Abigael Gómez Morales y Juan Manuel Hernández Rivera, en la capilla del Seminario Mayor de MG, con una emotiva celebración eucarística presidida por Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG, Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo y concelebrada por el P. Eugenio Z. Romo Romo, Superior General de MG, el P. Alberto Puente Colunga, Rector del Seminario Mayor de MG, y más de 50 sacerdotes MG.

Antes de comenzar la homilía, los candidatos fueron bendecidos por su familia y presentados a Mons. Óscar Roberto, comenzando por Juan Manuel Hernández Rivera, quien fue presentado por el P. Eugenio Z. Romo Romo, MG, considerándolo digno para recibir el grado del diaconado y posteriormente, presentó a Marcos Iván Aguirre Segura, Alfredo Hidalgo Gutiérrez y Luis Abigael Gómez Morales, considerados dignos para recibir el grado del presbiterado.

En su homilía, Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG, destacó que, como señalaron la primera y segunda lecturas (Jeremías 1, 4-9 y la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 12b-16), así como el Evangelio (san Juan 17, 6. 14-19), el Señor ha llamado y elegido a quienes desea para su servicio, y en su respuesta “Aquí estoy” se ve reflejado el amor y la entrega sin reservas.



Además, expresó, que la labor misionera conlleva pruebas que los elegidos deberán enfrentar durante su ministerio; si bien, hay momentos de alegría y paz, también exige una entrega incondicional, sobre todo cuando se trata de ir a la misión ad gentes, pues implica comprender y vivir en otras culturas:

“No debemos dejar elementos y dogmas de nuestra fe, sino buscar cómo hacer un diálogo pleno y completo con estos pueblos originarios que buscan a Dios en el río, en el agua, en la flor y que cantan la grandeza del Señor… Ojalá ustedes siempre recuerden que este llamado que Dios les hace a la misión ad gentes está primeramente impregnado del amor de Dios.”

Asimismo, Mons. Óscar Roberto expresó a los entonces candidatos que el compromiso del diaconado y presbiterado es grande, por lo que los invitó a consagrarse siempre al servicio de la Iglesia con dos características: humildad y amor, recordando que están para servir al pueblo de Dios.

"Ahora la gente ya no quiere palabras, quiere testimonio, háganlo según el Evangelio, sigan la tradición de la Iglesia, observando durante toda su vida lo que la Iglesia les pide… Todo esto no será posible si no tienen como base y acrecientan un espíritu de oración… Ojalá que así puedan celebrar en sus vidas el ejemplo de Cristo… Le pedimos a nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, que los bendiga a ustedes, a sus familias y los acompañe toda su vida.”

Al término de la homilía, los candidatos realizaron sus promesas, Juan Manuel para el orden del diaconado y Marcos Iván, Alfredo y Luis Abigael, para el orden de los presbíteros, para posteriormente realizar la postración, mientras la asamblea y todos los asistentes se unieron en oración para pedir por ellos en la letanía de los santos.



Después, llegó el momento cúlmen, con la imposición de manos y la oración consecratoria, que se realizó primero para el orden del diaconado y después para el orden de los presbíteros; al término de este momento, los familiares y padrinos de los ordenados ayudaron a revestirlos con las vestimentas propias de cada orden.

Así, el D. Juan Manuel Hernández Rivera, MG, así como los P. Marcos Iván Aguirre Segura, MG, el P. Alfredo Hidalgo Gutiérrez, MG, y el P. Luis Abigael Gómez Morales, MG, fueron presentados a la asamblea y finalmente, Mons. Óscar Roberto ungió sus manos, además, hizo entrega del libro de los Evangelios al D. Juan Manuel y del pan y el vino a Marcos Iván, Alfredo y Luis Abigael, como símbolo de que estos últimos ya puede realizar el Sacramento de la Eucaristía, finalizando con el abrazo de la paz, que también realizaron todos los sacerdotes presentes.

Para concluir la ceremonia, el P. Eugenio Z. Romo, MG, agradeció a Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG, Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, por compartir este momento en el que fueron ordenados 3 presbíteros y 1 diácono como parte de las celebraciones por el 75 aniversario de fundación de MG, y felicitó también a los ordenados y a sus familiares, quienes recibieron aplausos llenos de júbilo.

Posteriormente, el P. Eugenio Z. Romo, MG, cedió la palabra a los recién ordenados, quienes ofrecieron un breve mensaje a la asamblea: el P. Marcos Iván agradeció a su mamá y familiares, a la comunidad de Tenancingo y a quienes lo acompañaron; por su parte, Luis Abigael agradeció a Dios y a su familia, así como a sus hermanos sacerdotes y a todos los que lo han acompañado durante su formación. El P. Alfredo Hidalgo dio las gracias a Mons. Óscar Roberto por impartirles el Sacramento del Orden Sacerdotal, así como a su familia, compañeros, a sus formadores, a su párroco y también a los Padrinos y Madrinas, e invitó a todos a continuar orando por su ministerio que recién comienza. Finalmente, el D. Juan Manuel agradeció a Dios por su llamado y a MG por su formación, a su familia, a sus amigos y a todo el Instituto.

Antes de la bendición final, Mons. Óscar Roberto felicitó igualmente al equipo formador de MG y a todos los sacerdotes por el 75 aniversario del Instituto y pidió a los nuevos sacerdotes que le dieran su bendición junto con los sacerdotes del Consejo General de MG y el equipo de formadores.



Celebramos con mucha alegría y damos gracias a Dios por guiar las vocaciones de nuestros hermanos sacerdotes misioneros, P. Marcos Iván Aguirre Segura, MG, P. Alfredo Hidalgo Gutiérrez, MG, P. Luis Abigael Gómez Morales, MG y D. Juan Manuel Hernández Rivera, MG, a quienes felicitamos por dar su “sí” generoso a Dios. ¡Misioneros para siempre!

Continuamos orando por ellos, para que su ministerio dé abundantes frutos bajo el cobijo amoroso de Nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, pidiéndole que continúe dirigiendo su caminar, con el apoyo y oraciones de nuestros Padrinos y Madrinas.

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