50 años de entrega misionera: P. José Navarro González, MG

Felicitamos con gran alegría al P. José Navarro González, MG, por su 50 aniversario sacerdotal misionero, pidiendo a Dios y a Santa María de Guadalupe que continúen bendiciendo su vida de amor y entrega a la misión. 

Julio 7, 2025

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Nació el 7 de julio de 1950, en Pénjamo, Guanajuato, en el seno de la familia conformada por los señores Roberto Navarro Martínez y Margarita González González.

Realizó sus estudios de primaria en Guanajuato y de secundaria en la CDMX. De 1966 a 1968, realizó los estudios de la preparatoria en la Universidad La Salle, CDMX.

Ingresó al Seminario Mexicano de Misiones en 1966. Cursó la Filosofía en el Seminario Conciliar en Tlalpan, y la Teología en el Instituto Máximo de Cristo Rey, en San Ángel, CDMX.

Fue ordenado sacerdote misionero el 7 de julio de 1975 en la Parroquia de San Francisco de Asís, en Pénjamo, Guanajuato, de manos de Mons. Román Acevedo.

En 1975, fue nombrado para compartir el Evangelio en la Misión de Hong Kong. Posteriormente, en 1996, fue llamado para ser encargado de la revista Almas, en la CDMX.

En 1997, fue miembro de la Comisión de la preparación de la celebración del 50 aniversario del Instituto.

En 2005, fue enviado a colaborar en la Parroquia de San Pablo, en Los Ángeles, Estados Unidos, en donde fue nombrado párroco en 2008.

En 2013, se le designó nuevamente encargado de la revista Almas, en la Dirección de Promoción, en la CDMX, y en 2014, fue Presidente de la Comisión Editorial.

Desde 2020, el P. José Navarro vive la alegría del retiro en servicio activo en la Parroquia de la Sagrada Familia, en la Diócesis de Querétaro.



En noviembre de 1988, el P. José Navarro, MG, le envió una carta desde Hong Kong al P. José Chávez Calderón, MG, de la cual compartimos un extracto a manera de homenaje a su labor misionera:

“Ya casi voy a acabalar los 13 años de que llegué a esta orillita de la Gran China, por invitación de usted, ¿se acuerda? Yo quería ir a Kenia y usted me convenció de que mejor viniera a Joncón (sic). ¡Y en serio que le atinó! Nunca me he arrepentido de haberle hecho caso. Sigo aquí contento, que casi tiemblo de pensar en que llegue el día en que me llamen de México para prestar un servicio...

En esta pastoral, vamos a diferentes cárceles. Yo voy a las cárceles donde las sentencias fluctúan entre los dos y los seis años.

He visto muchas veces que lo que esta gente quiere oír es a alguien que ya no les diga que son criminales (eso ya lo saben de sobra), sino a alguien que los trate como a seres humanos y que les hable de esperanza, de comprensión, que los aliente a mejorar sus vidas, que les diga que no todo está perdido.

En estas experiencias difíciles se siente uno más misionero. Los frutos son muy escasos, pero ¡qué frutos! No cabe duda de que la gracia de Dios siempre está actuando, aunque muchas veces no nos demos cuenta”.

Con mucha alegría, celebramos el 50 aniversario sacerdotal misionero del P. José Navarro González, MG, dando gracias a Dios por su entrega a las Misiones y pedimos a Santa María de Guadalupe que siga bendiciendo su ministerio sacerdotal misionero.

¡Muchas felicidades, padre José!

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