El pasado 8 de agosto, XIX Domingo del Tiempo Ordinario, en el Seminario Mayor de Misioneros de Guadalupe, se celebró una misa para entregar y bendecir las sotanas de 15 seminaristas.
La Eucaristía fue presidida por el P. Juan Francisco Torres Ibarra, MG, Consejero General, y concelebrada por los padres Ricardo Gómez Fregoso, MG, rector del seminario, y Santiago Rodríguez Serrano, MG, vicerrector, entre otros sacerdotes participantes.
En su homilía, el padre Juan Francisco compartió el significado de esta vestimenta, la cual, dijo, se usa como una respuesta amorosa al llamado del Señor y no por obligación; enfatizó que la Palabra nos invita a seguir amando a Cristo como Él nos amó, así como a continuar siendo buenos y compasivos, a perdonar y a alimentarnos del pan que realmente da vida.
Así mismo, explicó que vestir la sotana es el signo de una etapa de aprendizaje y formación interior, por lo que no debe ser utilizada para sentirse más que los demás o como símbolo de “autoritarismo”, sino como una manera de asumir el estilo de vida de Jesús, desde el servicio y la entrega:
“La sotana es ropa de trabajo, no un uniforme de gala”.
Finalmente, el padre Torres Ibarra comentó que la cota blanca es una vestidura litúrgica que implica la gracia de Cristo que fortalece y sostiene al discípulo en su seguimiento, y vestir la banda negra significa el abandono a la protección maternal de la Santísima Virgen María, a quien deben consagrarse y permitir que los acompañe para moldear su corazón.
Los seminaristas recibieron sus sotanas y la bendición del padre Juan Francisco, quien les invitó a mirar la formación sacerdotal como un camino de transformación que renueva el corazón y la mente de la persona para poder discernir la voluntad de Dios, insistiendo en lo siguiente:
“Que al vestir la sotana manifiesten su amor a Cristo, que los comprometa a vivir entregados con alegría y con generosidad en su formación.”
Al concluir la celebración, los jóvenes hicieron una oración en la que pidieron la intercesión de María para dar buen testimonio y llegar a ser buenos y comprometidos sacerdotes misioneros.