Escuchando la voz de Dios

Dios llama de diversas maneras a quienes ha elegido, como en el testimonio que nos comparte el S. Luis Alberto Saavedra, quien nos pide orar por ellos para darles fuerza en su camino vocacional.

Febrero 24, 2025

Imagen de Portada

Autor: S. Luis Alberto Saavedra Mateo



Estimados bienhechores, soy Luis Alberto Saavedra Mateo, originario de Los Reyes, Michoacán. Por el momento me encuentro en el Curso Introductorio (CISEMI), el cual es un año preparatorio para ingresar al Seminario Mayor de Misioneros de Guadalupe (MG). Es muy placentero poder compartirles sobre mi llamado vocacional.

En mi infancia, estudié en un colegio católico en Peribán de Ramos, Michoacán, por lo que desde muy temprana edad estuve involucrado en actividades religiosas, principalmente en vivir retiros y encuentros; asimismo, las tradiciones de la comunidad me permitían vivir con mayor profundidad los momentos de la vida de Jesucristo.

Al llegar a mi adolescencia, formé parte de dos grupos pastorales: “MASEVIN”, que significa Movimiento de Adolescentes Semilla de Vida Nueva, y del grupo “Búsqueda”, ambos tenían la finalidad de acercarme más a Dios; estando en ellos comencé a sentir el deseo de ingresar al seminario, pero tenía miedo y varias dudas, por lo que en ese momento no hice nada.

Terminé mis estudios de preparatoria y debía decidir qué era lo que quería hacer, tomé la decisión de estudiar la carrera de leyes, así que me mudé a la ciudad de Guadalajara, pero en todo momento continuaba la inquietud por servir a Dios de otra manera más cercana.

Al llegar a Guadalajara, me enfoqué en mis estudios, sin dejar de lado la vida en comunidad y me fue sencillo involucrarme en mi nueva parroquia. El tiempo pasó y concluí mis estudios, me titulé y empecé a laborar dentro del medio jurídico. Comencé a crecer en lo personal y laboral, pero continuaba la duda e incertidumbre, pues, a pesar de tener todo, sentía un vacío y pensaba que, en mi vida como creyente, debía hacer algo más que ir a misa cada semana, así surgió el deseo de ser yo quien guiara vidas por medio del sacerdocio.

Sentí la necesidad de tener un encuentro personal con Dios, Él puso los medios para que pudiera tener contacto con un sacerdote MG, asistí a una convivencia vocacional y quedé maravillado por la labor que hacen.



Tuve una temporada muy cargada de trabajo, por lo que me fue más fácil asistir a la parroquia más cercana a la oficina y no a la que originalmente iba, fue ahí que encontré a un grupo de seminaristas MG, lo cual parecía casualidad, pero coincidimos varias veces y al ver la labor pastoral que realizaban, decidí iniciar mi proceso vocacional para discernir lo que Dios quería decirme, pues al estar con ellos me sentía completamente feliz y en paz; sobre todo, sentía el deseo de trabajar mi fe como ellos lo hacían, una fe con obras y amor.

Fue así que, después de este proceso vocacional, fue tomando fuerza la idea de pertenecer al seminario; en el preseminario, realicé mi solicitud para ingresar y fui aceptado, lo cual fue una gran alegría para mi familia y para mí, no fue una decisión fácil, pues involucraba dejar la vida que llevaba, pero sabía que era la correcta, llena de amor, paz y tranquilidad; deseo ser instrumento para dar a conocer a Dios a los más necesitados y llevar esperanza a las personas que no lo conocen.

Padrinos y Madrinas, les agradezco sus oraciones porque son lo que nos da fortaleza, tengan presente que siempre están en nuestras oraciones, Dios los bendiga.

¿Tienes inquietudes misioneras? Anímate a descubrir lo que Dios tiene para ti.

  • Línea Misionera 800 00 58 100, de lunes a viernes, de 8:30 a 18:00 horas
  • CENTRO: 55 1195 6647
  •  SURESTE: 99 92974492
  •  OCCIDENTE: 33 33541836
  •  cov@mgpe.org
  • Centro de Orientación Vocacional (COV)