Mensaje de Navidad
El P. Eugenio Z. Romo Romo, MG, Superior del Instituto, nos comparte una reflexión para culminar el año y comenzar el año con la esperanza puesta en Dios.
Diciembre 23, 2024

Autor: P. Eugenio Z. Romo Romo, MG
Un saludo a nuestros lectores con ocasión del Año Jubilar de la Esperanza y la Navidad 2024, felicitándolos por el nuevo año 2025 que estamos por iniciar.
Este año, tenemos ante nosotros una Navidad que nos permite celebrar la presencia de Dios en nuestra historia y, sobre todo, en nuestra vida personal. La Navidad es la fiesta que celebramos por el “Emanuel”, que significa “Dios está con nosotros”.
A lo largo de mi vida y en el ejercicio del ministerio sacerdotal misionero, he aprendido a distinguir cada día con mayor profundidad entre el optimismo y la esperanza.
El optimismo se centra en el deseo de que las circunstancias de la vida den resultados positivos. La esperanza, por otro lado, se centra en Dios, especialmente cuando parece que todo está en contra, pero con la certeza de que vendrán tiempos mejores. Baso mi opinión en la fe que tengo de que Dios conoce mi situación, sabe de mí y está al tanto de mi andar en la vida.
El Papa Francisco, al hablar sobre los “peregrinos de la esperanza”, comparte la idea de que nuestra fe no debe ser solo una creencia pasajera o superficial, sino una actitud profunda y comprometida hacia el camino que nos aguarda. A partir de finales de este año y durante todo 2025, se conmemora el “Año Jubilar de la Esperanza”, un evento significativo que nos invita a reflexionar sobre el concepto de esta virtud y su importancia en la vida cristiana.
Durante la conmemoración del Año Jubilar de la Esperanza, se nos invita a profundizar en esta actitud en nuestra vida. Será un año para recordar que la esperanza no es solo una afirmación personal, sino una capacidad que nos permite encontrar sentido y orientación en el ritmo diario. El Año Jubilar nos exhorta a cuestionarnos: ¿cómo nos relacionamos con la esperanza en nuestra vida diaria? ¿Cómo podemos desarrollar y fortalecer nuestra fe en Dios y la certeza de que vendrá un futuro mejor?
Que la celebración de esta Navidad de 2024 nos brinde a todos la oportunidad de renovar nuestra relación con Dios, con la plena conciencia de que Él está con nosotros –el sentido más profundo de esta fiesta– y que este Año Jubilar de la Esperanza, que viviremos en 2025, sea un tiempo para renovar nuestros valores cristianos y analizar cómo podemos vivir nuestra fe de manera más auténtica y comprometida.
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