La unción de bienvenida

Anunciar el Evangelio con el testimonio propio, así es como se evangeliza en el ambiente musulmán, como nos comparte el P. Luis Alonso Yepes Cruz, MG, a un año de haberse fundado la Misión de Túnez.

Enero 17, 2025

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Autor: P. Luis Alonso Yepes Cruz, MG



Nuestra presencia misionera en este país del Magreb inició el 12 de diciembre de 2023 con la Eucaristía presidida por Mons. Ilario Antoniazzi, Obispo de Túnez, en la que contamos con la presencia de los padres Misioneros de Guadalupe (MG) superiores de las Misiones de Kenia (P. José Asunción Ascencio), Mozambique (P. Roberto Pérez) y Angola (P. Odilón Borjas).

En su homilía, Don Ilario nos invitaba a amar a este país de Túnez, en donde se encuentra la Iglesia que, aunque pequeña, está muy viva y orientada a hacer el bien a este pueblo acogedor. Recordaba que la Iglesia estaba llamada a crear puentes de comunión y cooperación en favor de quienes más lo necesitan.

Ya casi para concluir la Eucaristía, recibimos las palabras del P. Anand Talluri, misionero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME) de Italia, en las que expresaba la alegría de recibirnos y fomentar la comunión entre institutos misioneros. Nos animaba a abrir el corazón a esta experiencia en la total confianza en la presencia del Señor. Para sellar estas palabras, realizó un gesto muy simbólico junto con el padre Patience (también misionero PIME): nos ungieron las manos con un perfume típico de Túnez. Confieso que no me esperaba este gesto; sin duda, me tocó profundamente, ya que me trasladó al momento de mi ordenación sacerdotal. Fue como si lo reviviera, con toda su alegría, emoción y total disposición para que el Señor me enviara.

Esto me recordó que Dios elige y envía; es Él quien sostiene nuestro caminar y no deja de darnos signos de su presencia y misericordia. Para mí, fue la respuesta de Dios en la que renovaba su llamado, su consagración y su envío.



Al concluir aquel gesto, el padre Anand nos exhortaba a mantener ese aroma que es Cristo: “Aun sin decir nada, su presencia se notará”, y esa será nuestra misión en medio de este pueblo que adora a un único Dios de manera diferente y en donde no siempre podremos hablar del Evangelio, pero sí podremos vivirlo y anunciarlo con nuestro testimonio.

Queridos amigos, familiares, Padrinos y Madrinas, a un año de haber iniciado esta experiencia misionera en Túnez, los invito a recordar que en nuestro bautismo fuimos ungidos con el Santo Crisma, ese óleo santo que tiene un aroma profundo y agradable. Todos los bautizados estamos llamados a transmitir el aroma de Cristo con nuestra vida. Finalmente, esa es la misión: que los otros perciban a Cristo más por nuestras acciones que por nuestras palabras. ¡Sigamos transmitiendo el aroma del amor de Dios!

¿Le gustaría contribuir a llevar el Evangelio donde no lo conocen? Contáctenos y apoye a las Misiones. Línea Misionera: 800 00 58 100, de lunes a viernes, de 8:30 a 18:00 horas, tiempo del centro.

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