Actualmente, en Mozambique, en la Diócesis de Chimoio, nuestras hermanas Misioneras Laicas Asociadas a Misioneros de Guadalupe, se encuentran apoyando la educación de jóvenes a través del Centro de Formación de Agentes de Evangelización, la Escuela Comunitaria San Juan Pablo II y el Internado Femenino del Centro de Chikewia.

¿Cómo surge este proyecto de apoyo a la educación?

Surge a partir de las necesidades de educación de muchas comunidades que no cuentan con una escuela cercana. La realidad era que muchos jóvenes de escasos recursos, con el deseo de estudiar la secundaria y preparatoria, tenían que caminar por horas para encontrar una escuela.

Por ello, las Misioneras Laicas Asociadas a Misioneros de Guadalupe ponen todo de sí para que estos jóvenes puedan continuar sus estudios, además de colaborar también en la labor pastoral de evangelización, cumpliendo así su testimonio de fe y realizando labores propias de su profesión.

¿Cómo funcionan estas escuelas?

El equipo de Misioneras Laicas Asociadas se encarga de estas escuelas, en el Centro de Formación hay una coordinadora y una administradora, en el Internado también y en la escuela secundaria hay una directora y una administradora.

Actualmente en la Escuela Secundaria San Juan Pablo II se atiende un total de 345 alumnos, tiene una plantilla docente de 13 profesores pagados por el estado, un profesor pagado por la escuela que es catequista de la Parroquia de Machipanda y siete personas trabajando como personal no docente.

Los gastos de infraestructura son cubiertos por los padres de familia de los alumnos, por tanto, existen muchas carencias, ya que estas comunidades son autosustentables, es decir, la mayoría de los papás no cuentan con un salario, y su principal actividad es la agricultura, a la que incluso se dedican también algunas mamás, poniendo todo su esfuerzo en la siembra, ya que la cosecha será la alimentación básica de la familia para todo el año.

Por su parte, el Internado Femenino de Chikewia tiene capacidad para atender a 40 jóvenes de nivel secundario, sin embargo, las medidas de distanciamiento social que surgieron con la pandemia (1.5 m de distancia entre personas) forzaron a disminuir la capacidad a 14 internas de segundo y tercer año de secundaria.

¿Qué se necesita para apoyar a estas escuelas?

Hay muchas necesidades, los alumnos llegan a veces solo con un cuaderno y pluma para todas las materias y aunque las escuelas tienen una biblioteca para prestar libros a los jóvenes y puedan así realizar sus tareas, contar con libros actualizados es un reto, ya que tienen que comprarse en la capital, lo cual implica gastos; muchas veces los profesores no cuentan con el material actualizado para cumplir con la planeación que pide el propio Ministerio de Educación, por ejemplo, tener un laboratorio con un microscopio para ciertas materias, es también una necesidad aún sin cubrir.

En marzo de 2020, en la secundaria San Juan Pablo II, se estaba llevando a cabo el proyecto de un campo deportivo multiusos, ya que el que se usa actualmente se emplea también por la comunidad para bañar vacas, sin embargo, la pandemia y la falta de recursos detuvo este proyecto, que ayudaría a cubrir un requisito pedagógico, además de impulsar un ambiente social fraterno, ya que el deporte brinda integración y alegría.

¿Cómo se puede ayudar?

El año pasado el donativo de becas otorgado por nuestros Padrinos y Madrinas fue destinado a estas comunidades, apoyando a familias con serios problemas para continuar la educación de sus hijos debido a la pandemia, estas familias agradecen de corazón este apoyo, con el que muchos alumnos fueron beneficiados.

Este año continúa la campaña de becas destinadas a estas comunidades, si deseas contribuir a que la labor de nuestras misioneras en la Diócesis de Chimoio, entra aquí: https://servicios.misionerosdeguadalupe.org/donativos/?tMov=m

¿Y si quiero colaborar con las Misioneras Laicas Asociadas?

Si eres soltero/a y tienes la inquietud de colaborar con la misión, te invitamos a vivir esta aventura misionera, contáctanos y descubre tu vocación, Línea Misionera sin costo: 800 0058 100