Cápsulas de fe: Tiempo ordinario

El tiempo ordinario nos invita a profundizar en el acontecer diario de la vida de Jesús y aplicar sus enseñanzas en nuestras propias vidas.
Tiempo ordinario

¿A qué se le llama tiempo litúrgico ordinario?

Como sabemos, a lo largo del año tenemos diferentes celebraciones que se organizan por medio del año litúrgico, un periodo cíclico anual durante el que celebramos la historia de la salvación y se distribuye en festividades y ciclos o tiempos, como la Navidad, el tiempo de Pascua o la Cuaresma.

 

Cuando no hay “tiempos fuertes”, existen dos periodos a los que se conoce como tiempo ordinario, sin embargo, esto no es porque sean menos importantes, de hecho, durante estos periodos estamos llamados a profundizar en los acontecimientos cotidianos de la vida de Jesús y reflejar sus enseñanzas en las circunstancias propias de nuestra vida, por ello, las lecturas bíblicas de este tiempo son de gran importancia para la formación cristiana y su propósito no es cumplir con un ceremonial, sino dar a conocer y meditar en el mensaje de salvación.

 

¿Cuánto dura y cuándo cae el tiempo ordinario?

El tiempo ordinario es el más antiguo dentro de la organización del año litúrgico y es el que ocupa la mayor parte del año: 33 o 34 semanas de las 52 que existen.

 

Antes de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, se dividía en dos partes denominadas tiempo después de epifanía y tiempo después de Pentecostés, y cada una de ellas tenía su propia numeración; ahora, todas las semanas del tiempo ordinario forman una sola serie, sin embargo, en algunos años este tiempo comienza más pronto que otros debido a que para fijar la fecha del Viernes santo se toman en cuenta las fases lunares y a partir de ahí se estructura todo el año litúrgico.

 

En el siguiente esquema podemos ver las semanas del tiempo ordinario dentro del calendario litúrgico:

¿Qué color se usa en el tiempo ordinario?

Durante este tiempo el color que se emplea es el verde, que simboliza esperanza y vida.

Esto nos recuerda que durante el tiempo ordinario debemos crecer y madurar nuestra fe y esperanza, debemos buscar a Dios en cada oportunidad de nuestras vidas, eso es a lo que nos invitan las 33 semanas del tiempo ordinario.

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