Autor: Ivette Stephanie Rodríguez Reyna, MLA
La vida religiosa es uno de los pilares principales para la edificación de la Iglesia Católica; por eso, es importante promover vocaciones y formarlas.
Queridos lectores, quiero compartirles cómo, desde Mozambique, África, me encuentro colaborando, gracias a la Misión que tenemos en el Seminario Propedéutico São Carlos Lwanga.
La educación, en general en este continente, es algo bastante desprovisto y supone un reto mayor cuando se trata de enseñar sobre temas de Dios y de la Iglesia; dice san Ignacio de Loyola que:
“En el tiempo de los estudios, que reclaman habitualmente un esfuerzo muy considerable al espíritu, en efecto el alma halla ahí mucho gusto, pero el cuerpo a veces está muy debilitado. Pero cuando el estudio está ordenado al solo servicio de Dios, esa es la devoción, y de la mejor”.
En dicho seminario, tengo la misión de dar clases de liturgia a seminaristas que se encuentran en su primera etapa de formación; esta es una de las actividades que más amo y disfruto. La liturgia es, por excelencia, el camino que nos lleva al encuentro con Jesús. El poder compartir conocimientos y mi experiencia de Dios con jóvenes que serán los futuros sacerdotes de este pueblo africano, que tanto clama y necesita de Dios, es un don recibido para la glorificación y alabanza del Creador.
Confirmamos, entonces, las palabras del Papa Benedicto XVI:
“Para lograr presbíteros según el corazón de Cristo, se ha de poner la confianza en la acción del Espíritu Santo, más que en estrategias y cálculos humanos, y pedir con gran fe al Señor, ‘dueño de la mies’”.
¿Te gustaría colaborar como laico en las Misiones? Contáctanos y caminemos juntos para descubrir el sueño que Dios tiene para ti:
Línea Misionera: 800 0058 100
722 514 8183
mlavocaciones@mgpe.org