El P. Santiago Lara Guevara, MG, nació el 3 de noviembre de 1946 en Villa de La Paz, San Luis Potosí.
Realizó sus estudios de primaria en la Escuela Semiurbana Federal Huérfanos del Trabajo en La Paz, San Luis Potosí. Cursó la secundaria y preparatoria en el Seminario Conciliar de San Luis Potosí y de 1964 a 1967 estudió la Filosofía en el mismo seminario. De 1967 a 1972 realizó sus estudios de Teología en el Instituto Libre de Filosofía y Ciencias en Río Hondo, en la Ciudad de México. Ingresó al Seminario de Misiones en julio de 1967.
Sobre el surgimiento de su vocación, el P. Lara, MG, nos ha compartido:
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[col class=”col-sm-10″]“De pequeño, en el cuarto donde dormía con mis hermanos, había una imagen de san Francisco Javier; por otro lado, mi madre siempre nos compraba la revista Almas, la cual leía, alternando con la revista El Misionero, del Seminario de Zamora. Cuando me planteaba la posibilidad de un camino por el que alegremente pudiera hacer algo grande por Cristo, el mejor me pareció siempre el de las Misiones”.[/col]
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Recibió la ordenación sacerdotal el 28 de julio de 1972 en la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz, San Luis Potosí, de manos del Exmo. Sr. Arzobispo Estanislao Alcaraz y Figueroa.
En 1972 fungió como Director de Vocaciones en Guadalajara y posteriormente fue enviado a la Misión de Corea en 1975.
En 1986 regresó a México para colaborar en el Departamento de Animación Misionera y Promoción en Guadalajara.
Posteriormente, de 1993 a 2013 fue Director de Desarrollo en la Procura de Los Ángeles, California, EUA.
En 2013 fue llamado a servir como administrador y promotor de la Casa de Oración en Tlaquepaque, Jalisco; posteriormente, los siguientes dos años fue Superior de la Casa San José para sacerdotes mayores, donde actualmente vive la alegría del retiro.
Con mucha alegría celebramos su 50 aniversario sacerdotal, pedimos a Dios que le siga bendiciendo para que continúe su caminar misionero bajo la protección y guía de Nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, con el apoyo y oraciones de nuestros bienhechores.
¡Muchas felicidades P. Santiago!
