Ángelus del Papa Francisco: sumergirse en la vida de otros, en el servicio, es la verdadera gloria

En el rezo del Ángelus el Papa Francisco nos invita a no “emerger” con mentalidad mundana, sino a “sumergirnos” en las necesidades de los otros y a servir al prójimo.

Desde la Plaza de San Pedro, este domingo 17 de octubre, el Papa Francisco se dio cita para el rezo del Ángelus dominical, recordando una importante enseñanza de Jesús: la verdadera gloria se obtiene viviendo el bautismo, sin embargo, dijo, muchas veces los cristianos queremos tratar de “trepar” en lugar de “abajarse en el servicio, no escalar para la propia gloria”. 

 

El Santo Padre reflexionó también sobre un pasaje del Evangelio de san Marcos (10, 35-45) cuando Santiago y Juan piden al Señor sentarse un día junto a Él en la gloria, como si fueran primeros ministros, pero otros discípulos los escuchan y se indignan, entonces Jesús les ofrece una gran enseñanza: la verdadera gloria no se obtiene elevándose sobre los otros, sino viviendo el mismo bautismo que Él recibirá́, es decir, la cruz.

 

 “La palabra ‘bautismo’ significa ‘inmersión’: con su Pasión, Jesús se sumergió en la muerte, ofreciendo su vida para salvarnos. Por tanto, su gloria, la gloria de Dios, es amor que se hace servicio, no poder que aspira a la dominación, sino amor que se hace servicio”.

 

Por un lado, dijo el Papa Francisco, existen los discípulos que buscan “emerger” con mentalidad mundana, vivir para alimentar la ambición, subir los peldaños del éxito y alcanzar lugares “importantes”, sin embargo:

 

“A esta lógica mundana, Jesús contrapone la suya: en vez de elevarse por encima de los demás, bajar del pedestal para servirlos; en vez de emerger sobre los otros, sumergirse en la vida de los otros.”

 

En vez de preocuparnos por esta gloria personal, dijo el Papa Francisco, es mejor preocuparse y “sumergirse” en las necesidades de otros, especialmente después de la pandemia y buscar ser compasivos, extender la mano a quienes sufren incluso, por el hambre, a causa de no poder encontrar los medios para el sustento diario. 

 

Por ello, nos invitó a pedir al Espíritu Santo, para que nos renueve y seamos más servidores, y a rezar a la Virgen María, que como humilde sierva del Señor, está siempre a nuestro servicio, ayudándonos a encontrar a Jesús.

 

Después del rezo del Ángelus, el Papa Francisco pidió por las víctimas de los atentados de Noruega, Afganistán e Inglaterra y exhortó a abandonar el camino de la violencia, que siempre es “una derrota para todos”. 

 

Finalmente, animó a participar en la campaña de oración “Por la unidad y la paz, un millón de niños rezan el Rosario”, que este año se encomienda de manera especial a la intercesión de San José. 

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