“Corazones fervientes, pies en camino”

Desde la Misión de Corea, el P. Jorge Rafael Aguilar, MG, comparte una invitación a los jóvenes para que respondan con valor y generosidad al llamado de Dios a la vida sacerdotal misionera.
Corazones fervientes, pies en camino

Autor: P. Jorge Aguilar López, MG

 

Hace un par de meses conocí a Miguel, un adolescente coreano que ha comenzado a estudiar español por su cuenta, participando de la misa en este idioma en la parroquia, aquí en Seúl. Un día, le pregunté por qué deseaba aprender español y su respuesta me sorprendió bastante: “Quiero recorrer el Camino de Santiago”.

 

Aquí en Corea, muchos fieles tienen la devoción de realizar el “Camino de Santiago”, un recorrido que siguen los peregrinos para venerar el sepulcro del apóstol Santiago en España.

 

A lo largo de este viaje a pie, suelen rezar el rosario, meditar sobre su vida y el paso de Dios en ella. Después de escuchar su respuesta, recordé la experiencia de los discípulos de Emaús y el lema para este mes de las misiones: “Corazones fervientes, pies en camino”.

 

El Evangelio de Lucas (24, 13-35) nos presenta la historia de dos discípulos que caminaban juntos hacia el pueblito Emaús, después de la muerte de Jesús.

 

En el camino, se encontraron con un hombre que se les unió y empezó a hablarles acerca de las Escrituras y de cómo éstas hacían referencia a la muerte y resurrección de Jesús.

 

A medida que avanzaban, los discípulos se dieron cuenta de que el hombre que caminaba con ellos era, en realidad, el mismo Jesús resucitado. Al final del camino, cuando se sentaron a comer juntos, Jesús partió el pan y sus ojos fueron abiertos, y lo reconocieron.

 

 

Esta historia nos muestra cómo la vocación sacerdotal despierta a partir del encuentro personal con Jesús; al principio, ellos no se percataron de su presencia,

pero después de haber compartido con Él, sus corazones ardían con la emoción de conocerlo.

 

El sacerdocio es una vocación que requiere un encuentro personal con Jesús y un deseo profundo de seguir sus pasos, algo que se va descubriendo con el paso del tiempo, con el camino recorrido.

 

Hoy quisiera decirte: puede ser que te sientas confundido, perdido, desanimado, como los discípulos de Emaús; sin embargo, el Señor sale a tu encuentro hoy y siempre, te está llamando, te está invitando a recorrer su camino, a participar de su misión y compartir con los demás ese encuentro que estás experimentando con Él, y tal vez, como Miguel, después puedas reconocer que es Jesús quien va junto a ti y sientas la necesidad de poner los pies en camino hacia aquellos que esperan por Él y por ti.

 

El DOMUND o Domingo Mundial de las Misiones, nos invita a colaborar en la obra misionera de la Iglesia Universal. ¿Le gustaría apoyar a nuestros misioneros? Usted puede contribuir, con sus oraciones y donativos, a llevar el Evangelio donde más se necesita. Contáctenos: Línea Misionera 800 00 58 100, de lunes a viernes, de 8:30 a 18:00 horas, tiempo del centro.

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