De la vocación sacerdotal misionera

¿Cómo surgen las vocaciones? El seminarista Salvador López Arenas nos comparte cómo fue que respondió al llamado del Señor y su experiencia como estudiante en el Seminario Mayor de Misiones Extranjeras.
vocación sacerdotal

Autor: S. Salvador López Arenas

 

Quiero compartirles un poco sobre mi vocación como seminarista Misionero de Guadalupe (MG). Mi inquietud vocacional al sacerdocio misionero comenzó en mi casa, en San Luis Potosí. Mi abuelito era Padrino de MG, él apoyaba y recibía la revista Almas; fue él fue quien me invitó a que, si sentía vocación al sacerdocio, me acercara a MG.

 

En 2021, antes de terminar la preparatoria, envié un mensaje preguntado qué era lo que hacían los MG y a qué se dedicaban, entre otras cosas. Me respondieron y se despertó mi interés por la misión ad gentes, eso fue lo primero que me motivó a ingresar; lo segundo fue que tenían sus casas de formación en otros estados, en ese tiempo eso era algo que yo había intentado, estudiar fuera de mi estado.

 

A los pocos días de seguir en comunicación con MG, me contactó el padre promotor vocacional de ese año, el P. Enrique. Él me mostró documentos de MG, de su historia, así como fotos de las Misiones y me invitó a ingresar ese mismo año, podía entrar el 15 de agosto de 2021, a lo que respondí: “Sí”.

 

Entré al curso introductorio en Guadalajara, donde me fui desenvolviendo junto con mis compañeros; teníamos clases, deporte, apostolado en la Casa San José, donde viven los padres mayores, y apostolado en parroquia. También, tuvimos campo misión en Colima y pudimos convivir con los hermanos menores de la preparatoria, etcétera.

 

El curso introductorio me ayudó a prepararme para la vida comunitaria y a acercarme más a Dios, ya que llegué sabiendo convivir sólo con mi familia, no tenía métodos de estudio y mi oración no era tan frecuente, entre otras cosas. Todo eso me fue ayudando para la etapa que ahora vivo en el Seminario Mayor, en la Ciudad de México, en primero de Filosofía.

 

En el Seminario, todos convivimos, recibimos los cursos de Filosofía y Teología, y compartimos los espacios de comida, el deporte y algunos rezos. Gracias al curso introductorio, ahora tengo herramientas para la universidad y para interactuar con más compañeros y formadores, y sobre todo, doy gracias a Dios por permitirme atender su llamado a la vida misionera.

 

Ésa ha sido parte de mi vocación como seminarista MG; agradezco su apoyo, así como todas las oraciones que hacen por nosotros. ¡Gracias, Padrinos y Madrinas!

 

Joven, si sientes inquietud por colaborar con la Misión ad gentes, anímate, ven y descubre el llamado que Dios te hace. Contáctanos:

 

CENTRO

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SURESTE

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OCCIDENTE

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[icon name=”glyphicon socicon-email” size=”md”]  cov@mgpe.org

 

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