Depósito de cenizas del P. Jesús Antonio Valdés Sánchez, MG

El pasado 9 de septiembre se llevó a cabo la misa del depósito de cenizas del P. Jesús Antonio Valdés Sánchez, MG en la capilla del Seminario de Misiones Extranjeras.

El pasado 9 de septiembre a las 12:00 horas, se llevó a cabo en la capilla del Seminario de Misiones Extranjeras, Ciudad de México, la celebración eucarística con motivo del depósito de cenizas del P. Jesús Antonio Valdés Sánchez, MG, (link) quien fue llamado a la Casa del Padre el pasado 31 de julio de 2023, a sus 91 años de edad y 67 de sacerdocio misionero, mientras residía con su familia en Veracruz.

 

La celebración fue presidida por el P. José Guadalupe Camarillo Martínez, MG, Vicario General de Misioneros de Guadalupe, y concelebrada por el P. Juan Francisco Torres Ibarra, MG, Secretario General y el P. Gabino Blancas Bravo, MG, Director Espiritual del Seminario Mayor, contando también con la presencia de otros sacerdotes MG.

 

Antes de comenzar la liturgia de la Palabra, el P. José Guadalupe Camarillo, MG, dirigió unas oraciones en las que la familia del P. Jesús Antonio presentó su vestimenta sacerdotal, colocándola junto a sus cenizas, mientras todos los asistentes pedían para que se encuentre ya revestido de la gloria de la resurrección eterna.

 

Continuó así la eucaristía para dar paso a la homilía, a cargo del P. Gabino Blancas Bravo, MG, quien recordó que hace 67 años el P. Jesús Antonio recibió su ordenación sacerdotal y se postró a los pies de la Virgen, como ahora se encontraba postrado ante la presencia divina; así mismo, contó a la asamblea que hace 50 años, cuando él fue nombrado a la Misión de Japón, su papá estaba renuente de dejarlo ir, por lo que le pidió al P. Jesús Antonio que visitara a sus padres:

 

“Con mucho gusto fue a Iguala a platicar con mi papá, yo no estuve presente; qué platicaron o qué dijeron, no sé, pero habiéndolo hecho me llamó mi papá y me dijo ‘Hijo, ve a cumplir tu misión y que Dios te bendiga’. Para mí fue una bendición de Dios recibida a través del P. Jesús Antonio”.

 

También narró que el P. Jesús Antonio lo recibió con los brazos abiertos en la Misión de Japón, como Superior de la Misión, y lo envió a estudiar el idioma, además de haberlo ayudado a conocer las costumbres del país del sol naciente.

 

De igual manera, relató que en el poblado de Tajima, en Japón, el P. Valdés comenzó a celebrar la eucaristía, pero los habitantes tenían un profundo odio por los católicos, por lo que pidió permiso al entonces Superior del Instituto para fundar y dirigir ahí un kínder, labor que realizó por más de 30 años; esta obra educativa contribuyó mucho con la comunidad, ya que Dios, a través del padre Antonio, transformó la situación de odio hacia los católicos, de tal manera que hoy en día los MG son muy bien recibidos y muchos niños ingresan al kínder:

 

“Tuvo muchos retos y desafíos, pero todos los superó, por eso, agradecemos a Dios por la existencia del P. Jesús Antonio Valdés y por su servicio misionero; y por si acaso el padre tuviera alguna falta que pagar, porque todos somos pecadores, por eso hacemos esta misa, para que viva eternamente en el Paraíso, con Cristo, nuestro Señor… Que el cuerpo del P. Jesús Antonio Valdés descanse en paz y su espíritu goce de la gloria de Dios junto a Cristo, nuestro Señor, así sea”.

 

Finalmente, al concluir la eucaristía, el P. José Guadalupe Camarillo, MG, pidió a la asamblea participar de la letanía de los santos para rogar por el eterno descanso del P. Jesús Antonio. Posteriormente, bendijo sus cenizas, así como el nicho en la Capilla de la Virgen María, donde, acompañados de seminaristas, sacerdotes MG y sus familiares, fueron depositadas sus cenizas.

 

El P. José Guadalupe Camarillo agradeció la presencia de la familia del P. Jesús Antonio, de su hermana Irma y del P. Vitorino Osorno, de la Parroquia de San Pablo Apóstol de Zitlaltepec, en Tlaxcala, quien estuvo presente con algunos de sus feligreses. Por su parte, la señora Irma agradeció al P. Camarillo todas las atenciones para la familia y el P. Vitorino expresó que todos tenemos un gran reto: pedir por el surgimiento de más vocaciones y de vocaciones misioneras a ejemplo del P. Jesús Antonio.

 

El P. Jesús Antonio Valdés Sánchez, MG, colaboró en la Misión de Japón durante 60 años, con amor, alegría, entrega y compromiso; los Misioneros de Guadalupe damos gracias a Dios por su vida de servicio misionero y oramos para que goce ya de la vida eterna y sus obras continúen dando abundantes frutos. Que descanse en paz. Así sea.

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