Autor: P. Marco Antonio Navarro Loreto, MG
La presencia de los Misioneros de Guadalupe (MG) en la Arquidiócesis de Los Ángeles, California, tiene varios años. Al principio, se decidió crear una Casa Procura desde la cual los MG que eran enviados a las misiones de Asia pudieran prepararse para embarcarse hacia aquellas tierras lejanas.
Posteriormente, se hizo más fácil viajar por avión y se conservó la Casa Procura para que todos los misioneros que debían transbordar en los Estados Unidos pudieran llegar a descansar un poco antes de continuar su viaje.
Con el tiempo, las cosas fueron cambiando y se fue haciendo más evidente la necesidad de colaborar pastoralmente con la Arquidiócesis de Los Ángeles, razón por la que el 12 de diciembre de 2021 se fundó la Misión de los Estados Unidos de América.
En la primera reunión con el P. Eugenio Z. Romo Romo, MG, Superior General, y el P. José Guadalupe Camarillo Martínez, MG, Vicario General, se llevó a cabo la elección del Superior de la Misión y su consejo. En ella, se eligió al P. Marco Antonio Navarro Loreto, MG, como primer Superior; al P. Alejandro Cortez Comparán, MG, como Primer Consejero, y al P. Julio César Ramos Ortega, MG, como Segundo Consejero, responsabilidades que se llevarán a cabo por dos años.
En la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, el párroco es el P. Julio César Ramos, MG, desde el 1 de julio de 2021, siendo vicarios el P. Carlos Domingo May Correa, MG, y el P. J Martín Cisneros Carboneros, MG. Gracias a su trabajo, se ha recobrado la vibrante actividad pastoral de los grupos parroquiales, la catequesis y todas las acciones correspondientes a esta parte de la Arquidiócesis de Los Ángeles. Una de las características principales de “La Lupita” es que funge como lugar de peregrinación para quienes desean acercarse a Nuestra Señora de Guadalupe el 12 de diciembre.
La segunda comunidad en la que estamos trabajando los MG es la Parroquia de Santa Martha, en la ciudad de Huntington Park, California. Nuestra presencia ya lleva varios años, pues es el compromiso que se adquirió después de haber entregado la Parroquia de San Pablo, en la que varios padres MG atendieron a las comunidades de habla inglesa, a los latinos y a los coreanos.
Esta parroquia también posee una actividad muy importante e hizo lo posible por atender a la gente durante las restricciones de la pandemia; por ejemplo, se efectuó la celebración de la misa diaria en el patio de la escuela, con un aforo limitado.
Afortunadamente, ha estado volviendo a la normalidad, como sucede con los grupos parroquiales y la catequesis, y muchos fieles ya asisten regularmente.
El párroco es el P. Alejandro Cortez, MG, y lo ayuda como vicario el P. José Enrique Hernández Torres, MG. Ambos trabajan mucho para seguir impulsando la participación de la comunidad.
La tercera comunidad en la que colaboramos es la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, ubicada en el este. En ella, está trabajando el P. Marco Navarro, MG, como párroco desde el 1 de julio de 2021. “La Soledad”, como todas, también está trabajando para reanimar la vida parroquial.
Una particularidad de esta parroquia es que próximamente estará celebrando el primer centenario de su fundación, que sucedió el 1 de junio de 1925 bajo la dirección del P. Michael Sheahan, misionero claretiano. Esta parroquia fue la sexta construida al este de Los Ángeles y fue por mucho tiempo la única iglesia católica que atendía a la comunidad de habla hispana. También, se le ha conocido como un centro de defensa de los derechos humanos de los trabajadores inmigrantes de esta zona del país.
Finalmente, tenemos al P. Víctor Manuel Zavala Contreras, MG, como encargado de la oficina y de la Casa Procura de MG en Los Ángeles. Lo acompaña el P. Lucas Cheong Gyu Whan, MG, quien se encarga de atender a la comunidad coreana. Esta casa sigue siendo el lugar de reunión de los MG presentes en la Arquidiócesis y está abierta para recibir a los misioneros que vendrán a reforzar los equipos que ya tenemos.
Una de las bondades de que seamos la Misión de Estados Unidos es que ya tenemos la posibilidad de abrir nuestras actividades a todo el país, pues las necesidades de predicar el Evangelio todavía son muy grandes y esperamos que, con la bendición de Dios y el apoyo de nuestros Padrinos y Madrinas, podamos colaborar en los lugares en donde se necesita el Evangelio.
Continuamos trabajando para que se siga extendiendo nuestra fe a todos los rincones de la Tierra y más personas tengan la posibilidad de acercarse a Dios a través de las actividades que los MG desarrollamos, no únicamente en este país, sino en los que estamos presentes, predicando el Evangelio a nombre de la Iglesia de México.
