María Teresa Esparza del Río, MLA, celebra su misa de envío a la Misión de Brasil.

Este 22 de agosto, María Teresa Esparza del Río, MLA, celebró su misa de envío a la Misión de Brasil en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, Aguascalientes, Ags.

El domingo 24 de agosto, a las 12 horas, María Teresa Esparza del Río, MLA, celebró su misa de envío a la Misión de Brasil, en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, Aguascalientes, Ags.

 

La ceremonia fue presidia por el P. Eugenio Zacarías Romo Romo, Superior General de los Misioneros de Guadalupe y concelebrada por el P. Gilberto Escobedo Salinas, MG, Asistente de Promoción Misionera de la oficina de la Ciudad de México y el P. Roberto Figueroa de la Parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús en Aguascalientes, Ags.

 

El P. Eugenio Z. Romo, MG, en su homilía, comentó que Dios nos ama sin importar si somos buenos o malos porque somos parte de su creación, aun cuando sabe que fallamos, que 

podemos ser infieles o pecadores, nos ama simplemente por ser sus hijos; descubrir la riqueza de este amor de Dios es lo que motiva al cambio profundo en nuestras vidas, una vez que comprendemos su amor, encontramos paz, al sentirnos acompañados por Él.

 

Por ello, es necesario hablar de Dios y de su amor, hacer llegar esta realidad de Dios hasta los rincones de la tierra, por lo que la Iglesia mexicana decidió fundar Misioneros de Guadalupe, para compartir la riqueza de la fe en lugares donde no conocen al verdadero Dios por el que se vive, esta es la razón de ser de sacerdotes y laicos misioneros que propagan el reino de Dios.

María Teresa, dijo, es enviada, tiene la encomienda de hablar de esta realidad de Dios, en la Diócesis de Alto Solimões, una localidad muy pobre en la Amazonía, donde Misioneros de Guadalupe está comenzando su presencia.

 

Posteriormente, María Teresa recibió la bendición de sus siete hermanos como signo de acompañamiento a su vocación misionera y entrega al servicio misionero; después, María Teresa dio su “sí” al Señor y el párroco, P. José Luis Montoya Hernández, fue quien celebró la ceremonia donde recibió el crucifijo misionero, símbolo del envío y el compromiso que adquiere con Misioneros de Guadalupe.  

 

 

Finalmente, el P. Eugenio Z. Romo R., MG, agradeció a los Padrinos y Madrinas, ya que es gracias a su colaboración y oraciones que pueden realizarse estos envíos, e invitó a la comunidad a colaborar con la familia de Misioneros de Guadalupe, o bien, acercarse al Instituto si algún joven o laico tuviera la inquietud de la vocación misionera.

 

¿Te gustaría ser enviado a la Misión? Acércate y conoce más sobre la labor de Misioneros de Guadalupe, contáctanos: Línea Misionera (sin costo) 800 00 58 100.

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