Retos en la educación

En enero, el Papa Francisco nos pide unirnos en oración por los educadores, por eso, el P. Miguel Ángel González Aldaco, MG, y la hermana Ricardina Lucinda Soares, SSpS, nos cuentan sobre la labor educativa en la Misión de Mozambique.
Retos en la educación

Autor: P. Miguel Ángel González Aldaco, MG

 

Estimados Padrinos y Madrinas, es una gran alegría tener de nuevo la oportunidad de saludarlos y hablarles de nuestra labor misionera en Mozambique, África.

 

Particularmente, no trabajo directamente en la pastoral educativa; sin embargo, en esta parroquia de “Santo Antonio” de Guro tenemos una escuela católica atendida por una congregación religiosa, por eso, pedí a la hermana directora que nos comparta

sobre la labor educativa que realizan:

 

“Soy la Hermana Ricardina Lucinda Soares, SSpS, pertenezco a la Congregación de Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo.

 

Nuestra Congregación está en la Diócesis de Chimoio desde 1995 y comenzó nuestra misión en la localidad de Inhazonia; desde ahí, atendíamos un extenso territorio misionero en lo que actualmente son las parroquias de Guro y Tambara. Después, la congregación se transfirió a Guro, donde se trabaja con los sacerdotes Misioneros de Guadalupe, aproximadamente desde 2004.

 

En la actualidad, atendemos un kínder y una primaria. La escuela nació en enero de 2008 como idea del P. Alejandro Cervantes T., MG, ya que en esta localidad hay muchos niños de 4 a 5 años que necesitan una buena educación preparatoria para la escuela primaria. Fue así que el padre Alejandro, como párroco, le pidió a nuestra difunta Hermana Alice Lafunente, SSpS, que iniciara la escuela en la iglesia, que nació a pedido de los padres MG; esta escuelita fue obteniendo frutos que marcaron la diferencia frente a las escuelas públicas. Así, en 2013 iniciamos el primer grado en la parroquia, teniendo como aula una matchessa (palapa) como salón anexo a la escuela ‘12 de Outubro’; ésta se trasladó a la ‘actual’, Escuela Comunitaria ‘Espírito Santo’.

 

La línea que sigue el colegio es ejemplificar los valores morales y éticos, contar con mejores prácticas para el desarrollo de personas de buen corazón, lo cual se pone en práctica todos los días durante el crecimiento en la vida cristiana de los más

pequeños y de los empleados de esta escuela.

 

Una gran dificultad a la que nos enfrentamos hoy en día es la falta de comprensión por parte de la comunidad ‘encargada de la educación’, pues, sabiendo que es comunitaria, deberían apoyar económicamente o con trabajo, pero la mayoría no lo hace. Por ejemplo:

 

  • Sólo pagan 350 meticales mensuales (unos 5 dólares americanos) por el almuerzo de su hijo, monto que  es muy difícil de cubrir a tiempo; de hecho, pagan  solamente un mes, quedando a deber otros cuatro o cinco meses.

 

  • Los salarios de los trabajadores y maestros de la escuela aún dependen de nuestra congregación.

 

  • Una parte de los gastos del desarrollo escolar se cubren por la congregación y otra, por organizaciones y amigos fuera del país.

 

  • Los padres no colaboran en casa: una vez inscrito, el niño es totalmente dependiente de la escuela; es decir, no valoran la educación de sus hijos.

 

  • El mayor éxito es que logramos nuestro objetivo gracias a la escuela, los empleados y algunos padres de familia. Ejemplos de ello son: en lectura y escritura, un estudiante ganó el segundo lugar a nivel nacional y varias veces obtuvo el primer lugar a nivel distrital.

 

  • Los niños están participando en las lecturas, tanto en la Iglesia católica como en otras iglesias.

 

  • Se reconoce una diferencia significativa en la calidad de los maestros y el personal, en comparación con los del Estado.

 

  • Su participación en la sociedad es notoria, siempre hace la diferencia.

 

  • La mayoría de los padres de familia que son católicos están en la iglesia.

 

Además, la escuela es parte de la vida pastoral; por ejemplo: a través de ella, muchas parejas que antes no oraban se han acercado a la Iglesia y ahora la mayoría participa activamente.

 

Asimismo, la escuela comunitaria se vincula con la parroquia o comunidad y es un servicio educativo sin fines de lucro, que depende de la colaboración de la comunidad en general.

 

Como ven, amables Padrinos y Madrinas, una buena educación aquí no es fácil de conseguir. Es por eso que se realiza este esfuerzo para ‘educar bien’ al menos a un puñado de niños.

 

Que Dios los bendiga mucho por la generosidad que tienen para contribuir con un granito de arena en la evangelización”.

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