Autor: P. José María Luna Juárez, MG
Quisiera compartirles mi experiencia desde la Parroquia de Cristo Resucitado en Urucurituba, en Brasil. Nuestra parroquia tiene su propia manera de vivir y prepararse para celebrar esta vivencia espiritual de Semana Santa para tener un encuentro con Cristo.
Domingo de Ramos
En esta celebración se realiza primero la procesión y posteriormente se celebra la misa. En esa procesión, el pueblo, con mucha devoción, se reúne a dos kilómetros de la parroquia para comenzar el recorrido. Antes de iniciar la procesión se da lectura al Evangelio, que escuchan con mucha fe para después recibir la bendición de sus palmas, que levantan en alto, así, aplaudiendo y cantando, comienza el recorrido. En el transcurso se van integrando más personas y al llegar a la parroquia, es una multitud la que se dispone a escuchar la santa misa.
Jueves Santo
Este día los fieles participan para vivir la misa de la Última Cena o lavatorio de pies. Después de la misa, se continúa con la vigilia, donde se organizan por grupos para la participación hasta las doce de la noche.
Viernes Santo
En este día, el pueblo participa del rezo del Viacrucis, el cual se efectúa recorriendo las principales calles del municipio, cargando la cruz y siguiendo los cantos de la liturgia. Muchas personas viven con verdadera devoción este gran acontecimiento, al punto de que algunos expresan su fe llorando. Durante este rezo, la afluencia es mucha, todos participan de la celebración de la liturgia de este día.
Sábado Santo
Para la misa de la Vigilia Pascual, las personas llegan con sus velas y muy alegres para vivir la Resurrección. Se preparan los cantos más animados para que la gente aplauda y cante, ya que el pueblo brasileño siempre expresa su fe a través de estas expresiones. Es una misa y experiencia muy emotiva y festiva.
Domingo de Resurrección
Finalmente, se concluyen las celebraciones de la Semana Santa con el Domingo de Resurrección, donde todos los fieles católicos vuelven a la iglesia para la celebración eucarística. Así es como el pueblo católico urucuritubense vive y conserva su fe durante el tiempo de Semana Santa.
