San José, ejemplo de paternidad plena

Este Día del Padre, recordemos que tenemos, en la figura de san José, un ejemplo a imitar, ya que siendo padre adoptivo de Jesús, dio testimonio con su vida de una paternidad comprometida y plena.

Autor: Redacción MG

 

En 2020, al cumplirse el 150 aniversario de la declaración de san José como patrono de la Iglesia Universal, el Papa Francisco publicó la carta apostólica Patris Corde, en la que nos señala algunas de las características del padre adoptivo de Jesús que todo hombre que ejerce el don de la paternidad debe imitar.

 

Recordemos que las Sagradas Escrituras no mencionan mucho sobre san José; sin embargo, sabemos que fue un carpintero (Mt 13, 55), siempre dispuesto a hacer la voluntad de Dios, y que a través de los cuatro sueños que tuvo (Mt 1,20; 2,13.19.22) vio nacer a Jesús y asumió su paternidad legal, dándole a su hijo el nombre de Jesús, que significa “Dios salva” (Mt 1, 20-21).

 

Pudiera pensarse que la figura de san José pasa “desapercibida” en la vida de Jesús, sin embargo, nos señala el Papa Francisco: “Todos pueden encontrar en san José un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en ‘segunda línea’ tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación”.

 

En hebreo, el nombre José significa “se multiplicará” o “hará crecer” y como esposo de María y padre adoptivo de Jesús, san José estuvo siempre presente, brindándoles protección, tanto física como emocionalmente, por eso es que su figura puede tomarse como un excelente ejemplo de paternidad plena.

 

En la catequesis sobre san José y en la Patris Corde del Santo Padre Francisco, también se hace hincapié en que no basta con solo traer a un hijo al mundo para designarse como padre o madre, pues: “Nadie nace padre, sino que se hace. Y no se hace solo por traer un hijo al mundo, sino por hacerse cargo de él responsablemente. Todas las veces que alguien asume la responsabilidad de la vida de otro, en cierto sentido ejercita la paternidad respecto a él”.

 

¿Cuáles son las características de san José a imitar para ejercer una buena paternidad?

 

Además de la humildad, el valor y la perseverancia para cuidar a María y Jesús, entre los atributos de san José que nos señala la Patris Corde podemos destacar:

 

  • Fiel: san José acogió a María sin poner condiciones previas, confió en las palabras del ángel para tomarla como esposa y esta nobleza de su corazón lo hace presentarse como un varón respetuoso, delicado, obediente, que aun cuando no tiene toda la información de lo que acontece, se inclina por cuidar la dignidad de María y obedecer el mandato divino.
  • Valiente: si bien pudiera pensarse que tuvo una resignación pasiva, por el contrario, san José demuestra su valentía y fortaleza, que le son otorgadas por el Espíritu Santo para actuar ante situaciones difíciles
  • Trabajador: san José siempre fue un trabajador honesto que buscaba el sustento de su familia. “De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”.
  • Casto: la paternidad implica introducir a los niños en la realidad y la experiencia de la vida, siendo capaces de hacerlos libres de elegir, “quizás por esta razón la tradición también le ha puesto a José, junto al apelativo de padre, el de ‘castísimo’. No es una indicación meramente afectiva, sino la síntesis de una actitud que expresa lo contrario a poseer. La castidad está en ser libres del afán de poseer en todos los ámbitos de la vida. Solo cuando un amor es casto es un verdadero amor”.
  • Justo: gracias a su bondad de corazón y misericordia, san José fue un hombre justo, si pensamos en la situación que vivió, la ley no le daba muchas opciones a favor de María, pero terminó obedeciendo la voluntad De Dios y actuar conforme al plan de Dios.

 

Finalmente, la Patris Corde, del Papa Francisco, nos invita a ver la condición de ejercer la paternidad no como un signo de posesión, sino de una paternidad superior y nos insta a imitar a san José en todas sus virtudes, pidiendo la conversión interior, concluyendo con la oración para ser buenos padres terrenales:

 

Salve, custodio del Redentor

y esposo de la Virgen María.

A ti, Dios confió a su Hijo,

en ti, María depositó su confianza,

contigo, Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,

muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía,

y defiéndenos de todo mal.

Amén.

 

Fuente: https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-francesco-lettera-ap_20201208_patris-corde.html

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